Hace poco más de tres meses que el Dr. Rogelio Rodríguez Coronel (Banes, Holguín. 1946) resultó electo director de la Academia Cubana de la Lengua, de la cual es miembro de número desde hace trece años.
La distinción hecha por sus colegas es resultado del extenso currículo científico-docente de este profesor, ensayista y crítico literario; quien por algunos años fuera decano de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, además de colaborar con centros de altos estudios de Europa, América Latina y los Estados Unidos.
A la responsabilidad de dar continuidad a la obra de sus predecesores, figuras todas tan notables de nuestra cultura como Enrique José Varona, José María Chacón y Calvo o Dulce María Loynaz; al Dr. Rodríguez Coronel se le suma la de encabezar en lo que resta de año las celebraciones por al aniversario 90 de la fundación de la ACuL.
Señor Director; Señoras y Señores Académicos; Señoras y Señores:
El otorgamiento a mi favor de la condición de miembro correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua me embarga con dos sentimientos hermanables. Por una parte, de profunda gratitud hacia todos los miembros de la corporación, que lo han hecho posible con suma generosidad. Y por otra, en el plano más íntimo, un sentimiento de nostalgia y sentimiento familiar. Este verano he rebuscado entre los papeles de mi abuelo, Darío Prieto, y he encontrado nuevas huellas de su estancia juvenil en esta isla de ensueño. Había nacido en 1893, cinco años antes de la independencia de la República, y aquí vino casi de niño para forjarse un porvenir antes de su regreso definitivo a España, en 1923. Fue él quien al recordar conmigo esta etapa trascendental de su vida me hizo amar a Cuba antes de que yo pudiera viajar personalmente a ella, hace ya dos decenios.
Al hilo de estas entregas del título de miembro correspondiente de la Cubana, que comparto con dos admirados compañeros, permítanme, Señoras y Señores Académicos, recordar un documento que no solo tiene interés histórico, sino que resulta por igual emocionante.
Hace ahora 146 años, cinco décadas después de las independencias, la Real Academia Española, que ya había nombrado como miembro suyo correspondiente al gran maestro de nuestra lengua en el Siglo XIX Andrés Bello, aprobó un Reglamento para la fundación de las Academias Americanas correspondientes de la Española, aprobado por la Junta de 24 de noviembre de 1870 a propuesta del Director, el Marqués de Molíns y de otros académicos.
Participar como presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española en este acto conmemorativo del nonagésimo aniversario de la Academia Cubana de la Lengua me llena de orgullo y de gran satisfacción. Volver a Cuba es siempre una regalía para mí, incluso por motivos de nostalgia familiar a los que me referiré en el transcurso de esta misma sesión.
Estamos en año también de conmemoración cervantina: el cuatricentenario de la muerte del autor de El Quijote. Cierto que a lo largo de mi vida me he visto alguna que otra vez, al igual que Sancho Panza, mandado a administrar ínsulas, y siempre tuve presente el consejo que don Quijote le proporcionó en semejante tesitura: “has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey”. Estas últimas palabras las tengo aquí y ahora muy presentes cuando me dirijo a ustedes como presidente de ASALE.
La ceremonia, acaecida en el Aula Magna del Colegio de San Gerónimo, formó parte de la Sesión solemne y pública del Pleno de la ACUL, concebida para rendir merecido homenaje a la institución que fundara Enrique José Varona, junto a otros descollantes intelectuales, hace ya 90 años
De izquierda a derecha los doctores Darío Villanueva, director de la RAE, Rogelio Rodríguez Coronel, director de la ACUL; Francisco Javier Pérez, Secretario General de la Asale, y Margarita Vásquez, directora de la Academia Panameña de la Lengua. Foto: Yander Zamora
Tomado de GranmaAutor: Madeleine Sautié
Los doctores Darío Villanueva (España), director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Asale, y Francisco Javier Pérez (Venezuela), secretario general de la Asale, y el escritor y periodista panameño Guillermo Sánchez Borbón (conocido por el seudónimo Tristán Solarte) recibieron ayer sendos diplomas que los acreditan como Miembros Correspondientes de la Academia Cubana de la Lengua (ACUL).
La ceremonia, acaecida en el Aula Magna del Colegio de San Gerónimo, formó parte de la Sesión solemne y pública del Pleno de la ACUL, concebida para rendir merecido homenaje a la institución que fundara Enrique José Varona, junto a otros descollantes intelectuales, hace ya 90 años.
En presencia Abel Prieto, ministro de Cultura, la doctora Margarita Vásquez, directora de la Academia Panameña de la Lengua.
En presencia de Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación y Abel Prieto, ministro de Cultura; Francisco Montalbán Carrasco, embajador de España, y la doctora Margarita Vásquez, directora de la Academia Panameña de la Lengua, entre otros distinguidos visitantes, el doctor Rogelio Rodríguez Coronel, director de la ACUL, evocó a los académicos que más recientemente han dejado su fructuosa huella en el trabajo desplegado, y también a los fundadores de la Academia, creada en 1926, para difundir, cultivar y perfeccionar la lengua española.
En su discurso explicó que la ACUL, rubricada con el lema Letra y espíritu, se creó para preservar una identidad, como también por ese motivo lo hiciera en la misma fecha la Academia Panameña, homenajeada en el acto. Recordó entre los manifiestos recientes de la ACUL, que el acontecer histórico, social y político de la Isla ha tenido siempre su expresión en la variedad cubana de la lengua española, así como en los estudios que sobre ella se han realizado, y que la institución ha estado vinculada al proyecto de nación desde su surgimiento, como valladar ante el intento de imposición del inglés, en su momento, y que hoy es testimonio del desarrollo educacional y cultural. Por otra parte reconoció el papel esencial de la lengua en la formación de valores, en la cultura, la conformación de sentimientos de pertenencia y en las actitudes sociales, por lo que tiene hoy una gran responsabilidad en el procesamiento de la información, la organización del conocimiento y la creación de las ideas.
Otros momentos cruciales apuntaron a la entrega de un reconocimiento engalanado con el arte de Roberto Fabelo a Vásquez quien a su vez distinguió, en nombre de la Academia que dirige, al poeta Roberto Fernández Retamar como Miembro Correspondiente de esa institución hermana, entre otras razones, por su poesía de primera línea y la visión descolonizadora de su obra.
Cerró con una magnífica interpretación de la coral Schola Cantorum Coralina
La velada donde en palabras de sus oradores se remarcó que la hegemonía lingüística ha acabado; que nadie es dueño de la lengua sino el propio pueblo que la habla y que «lo más valioso en el idioma es el destino afortunado de su uso», al decir de José Lezama Lima, cerró con una magnífica interpretación de la coral Schola Cantorum Coralina, en un repertorio que cerró con el tema de Pedro Luis Ferrer Como me gusta hablal e’pañol.
Señora directora y señores académicos de la Academia Cubana de la Lengua. Señores invitados especiales, amigos todos:
Me presento ante ustedes muy agradecida por este alto honor que me confiere la Academia Cubana, y que recibo como una demostración de cariño a Panamá y a los panameños. Les aseguro que corresponderé con lealtad y amor a los cubanos, como lo he hecho siempre.
Al hablar de estos sentimientos, pienso en el pleno de esta institución, a la que me integro como académica correspondiente, pero permítaseme pronunciar los nombres de los académicos Marlen Domínguez, Ana María González y Reynaldo González, quienes propusieron mi candidatura a esta respetable Academia, y cuyo peregrino interés reconozco como demostración de particular amistad. Traduzco este homenaje con alegría como parte del disfrute del trabajo común, que es una rama firme del árbol de la vida. Nos hemos hecho amigos, en el caso mío, en la búsqueda de orientaciones para el ejercicio de la intensa tarea académica. Y como esta isla no cesa de extenderse y de esparcir su generosa semilla, los vínculos se estrechan con la Academia Panameña de la Lengua, la Universidad de Panamá y el Ministerio de Educación, y esperamos cosechar hermosos frutos en nuestros fértiles espacios vitales.
El Proyecto para el estudio sociolingüístico del español de España y América (PRESEEA), coordinado por el Dr. Francisco Moreno Fernández, surge a partir de una propuesta efectuada en abril de 1993, durante la celebración del X Congreso Internacional de la Asociación de Lingüística y Filología de la América Latina (ALFAL): iniciar un proyecto para el estudio sociolingüístico de los núcleos urbanos de Iberoamérica y de la Península Ibérica.
Para los académicos de la lengua española ha sido evidente la necesidad de una revisión de la Ortografía de la Lengua Española de 1999, para «enmendar inconsecuencias teóricas o de hecho del tratado ortográfico».
Alfredo Matus Olivier, de la Academia Chilena de la Lengua, presentó en la Sesión Plenaria del 23 de marzo de 2007, en el XIII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Medellín, 21 a 23 de marzo de 2007), las “Bases para un planteamiento fundado y consensuado sobre la revisión de la Ortografía de 1999”, que se aprobaron por unanimidad, y a partir de las cuales se continuó el trabajo.
La enseñanza del español en el mundo hispánico es un proyecto de investigación, coordinado por el Dr. Humberto López Morales, en el que participan todos los países de Hispanoamérica y España.
Comenzó en el año 2007 y debe concluir en el 2010.
Han sido nombrados Miembros Correspondientes de la Acul, el Director de la Real Academia Española y Presidente de la ASALE, Don Darío Villanueva, el Secretario General de la ASALE, Don Francisco Javier Pérez y el Miembro de Número de la Academia Panameña de la Lengua y notable escritor, Don Guillermo Sánchez Borbón, quienes serán recibidos en sesión solemne y pública, el día 30 de septiembre de 2016 a las 4:00 p.m. en el Aula Magna del Colegio San Gerónimo de La Habana.