Qué Espíritu el de estas Letras.

Día de júbilo para la Academia Cubana de la Lengua y la Universidad de La Habana, este en que, como parte de la firma del Convenio entre ambas instituciones, permite presentar el libro Credenciales y Contrapunteos del Miembro Emérito de nuestra Academia, Ambrosio Fornet.

Con la introducción de Rogelio Rodríguez Coronel y el exhaustivo prólogo de Cira Romero, Credenciales y Contrapunteos de Ambrosio Fornet constituye el segundo título de la Colección Letra y Espíritu, hermoso proyecto de la Editorial UH y la Academia Cubana de la Lengua, testimonio vivo de la colaboración que hoy suscribimos.

La obra

Estructurada en tres grandes capítulos: Credenciales y Contrapunteos I y II y Contrapunteos, la obra es un recorrido por las más importantes facetas del quehacer de Ambrosio Fornet y una muy representativa selección de su producción literaria.

Como bien señala Cira Romero, en Ambrosio Fornet se conjugan, entre otras facetas, “el cuentista fugaz, el crítico, el ensayista, el editor, el investigador, el guionista y director de cine y a veces actor, y el traductor”, a lo que yo añadiría, con más fuerza,  el lingüista, como puede resultar evidente del texto que abre la primera parte, Credenciales I  – Sobre la conveniencia de elaborar un discurso apropiado para ingresar a la Academia Cubana de la Lengua. Allí, Ambrosio Fornet declara con razón que, como hispanohablante, no siempre logra sentirse identificado con el DRAE – hoy DLE- y fundamenta con acierto esa afirmación. Afortunadamente en los más de veinte años que median entre este texto y nuestros días, la situación ha ido cambiando con una aplicación más consciente –que no perfecta- de la política panhispánica y específicamente de la consideración del carácter policéntrico de la norma lingüística de la lengua española. En ese su discurso de ingreso a la Academia Cubana de la Lengua, el autor recrea con lucidez, gracia, conocimiento e intuición filológica términos y fenómenos propiamente lingüísticos. En este sentido, algunas lexías complejas o compuestas, propuestas por Ambrosio Fornet, forman parte de los neologismos de los estudios culturales cubanos o han sido acuñados por él: es el caso de: “literatura de campaña”, “quinquenio gris” o “cinelitura”.

Comoquiera que resulta imposible examinar detenidamente, aquí y ahora, los méritos de Credenciales y Contrapunteos de Ambrosio Fornet, dos observaciones: por una parte, recomiendo la lectura del ya mencionado brillante prólogo de la Académica Cira Romero; por otro, me permito resumir algunos de los que, en mi opinión, constituyen los méritos más sobresalientes de la obra que hoy se presenta:

  1. La selección de los textos resulta representativa no solo de su quehacer profesional sino también de los temas que ha trabajado. El hilo conductor de toda su obra es, sin dudas, Cuba, incluidos importantes aspectos vinculados a la política cultural.  Gran conocedor  de la tertulia delmontina, de la Revista de Avance de Orígenes, del Caimán, de las más prominentes figuras de la cultura cubana.

 

  1. Escritos sin concesiones al facilismo, con palabra fina, los trabajos aquí reunidos demuestran erudición –que no petulancia- madurez en las reflexiones, capacidad de análisis, ofrecen una imagen integral e inclusiva, una suerte de cartografía de la cultura cubana.

 

 

  1. Aunque no ordenados cronológicamente, una lectura mesurada de los textos seleccionados ofrece la evolución de un intelectual que ha dejado una huella profunda entre los creadores literarios a partir del ejercicio de la crítica.

 

  1. Un entramado humanista aflora en cada uno de los materiales para ir más allá de la literatura, para acercarse a las ciencias sociales ( Léase “Los rostros de la identidad: una exploración colectiva”), para establecer un diálogo fluido con la literatura, con los escritores cubanos todos, los de aquí y los de la diáspora, tema en el que fue un indudable adelantado como lo demuestra“Glosario de la diáspora”, recogido en la tercera parte del libro, que tiene tiene como antecedentes los dossiers publicados por Ambrosio Fornet, entre 1993 y 1997 en La Gaceta de Cuba.

 

 

  1. Tripa y tipografía. Apuntes para una estética de la plana. El editor con mirada de lector.

 

  1. Ilusionado Quijote que no rinde su adarga ante ningún desafío De la lengua española a la historia del libro en Cuba: de los editores y críticos de Plácido a Lezama editor; de Heredia a Nicolás Guillén, a Sacha, por quien confiesa una gran admiración.

 

 

Finalmente, cierran la estructura de la obra las notas sobre el autor y un valioso Índice onomástico de 796 referencias –y si alguien lo duda, lo invito a contarlas- que deviene entretejido sociocultural y da luz sobre intelectuales, figuras literarias y artísticas, temas y  movimientos artísticos y culturales que ponen al descubierto la diversidad  y el alcance universal de los acercamientos que se registran en Credenciales y contrapunteos de Ambrosio Fornet:  Aristóteles, Bajtin, Bertold Brecht, Beethoven, Aimé Cesaire o Paul Macartney dialogan con Emilio Roig, Alejo Carpentier, Reynaldo González y Miguel Faílde, entre otros muchos, para explicar e ilustrar  de manera lúcida la inserción de la cultura cubana en América, el Caribe y el universo mismo.

Es justo destacar el trabajo de Alexis Manuel Rodríguez Diezcabezas de Armada en el Diseño de la colección y del libro, la diagramación de Susel Valdés Cuesta. Y muy especialmente la labor de edición para este libro de mi querido amigo y colega, José Antonio Baujín, a quien mucho deben agradecer los profesores, intelectuales y artistas cubanos por su vocación literaria y entrega al trabajo técnico editorial y a la gestión para las publicaciones.

Así, resultado de una excelente combinación de saberes, Credenciales y Contrapunteos expresa, en síntesis, erudición inteligente, desafío intelectual y originalidad ante temas poco examinados en el ámbito de nuestra cultura, indagación acuciosa y gran honestidad. Por ello es un libro que debemos leer con sosiego para poder descubrir, como quería Martí, “la verdad de las entrañas”.

Querido Ambrosio y si me lo permite, querido Pocho:

Es usted un hombre bueno, inteligente y honesto, un hombre que ha sabido crear una familia espléndida. Que ha sabido polemizar desde la educación y la altura que le proporcionan sus conocimientos y la cultura, un hombre con vocación de servicio, generoso, ajeno a las frivolidades, superficialidades o vanalidades. Y esas virtudes animan su obra y su vida. Esas virtudes están en este libro que hoy se presenta.

Agradezco a la editorial haberme brindado la oportunidad y el honor de acercarme – en primera instancia, no es texto de una sola lectura-  a esta obra y a su autor.

Así como jamás pensé que pudiera tener el privilegio de hablar sobre  una obra de Ambrosio Fornet, estoy segura de que cuando él empezó a aproximarse al libro como objeto mismo del conocimiento y de trabajo, cuando empezó a investigar, a ejercer la crítica, a escudriñar el mundo del cine, jamás imaginó que en pleno siglo XXI vería la luz un libro suyo en formato electrónico como el que  hoy presentamos. O tal vez sí, porque Ambrosio Fornet ha sido y es un hacedor, un hombre que a sus lúcidos y amables 89  años nos da lecciones  de inteligencia, laboriosidad y ética.

Qué gran Espíritu el de estas Letras, querido Pocho.

 

Muchas gracias

Subasta de palabras

La Academia Cubana de la Lengua se encuentra enfrascada en colaborar para avanzar en el Nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española, un esfuerzo de investigación que aparece para ser consultado en www.rae.es.

Es nuestra tarea documentar en textos el uso de ciertas palabras en algunos significados específicos, propios de Cuba. Hasta ahora hemos encontrado, por ejemplo, acordeón. Leer más …

ACADEMIA CUBANA DE LA LENGUA

Ha fallecido en La Habana, a la edad de 89 años, quien fuera nuestro director de 2008 a 2012, el Dr. Roberto Fernández Retamar. Su legado como Maestro, en el sentido más alto del término, es extraordinario, no solo por el valor de la obra literaria que nos deja y en la que siempre vivirá, sino también por su coherencia ética, por su fidelidad a los más altos valores de la cultura cubana y latinoamericana, por su sensibilidad e inteligencia, por su bondad y vocación de servicio.

La obra literaria de Fernández Retamar es una de las más relevantes en nuestra lengua, realizada fundamentalmente a través de la poesía y el ensayo. Su poesía abarca numerosos títulos y alimenta desde siempre la mayoría de los textos en los que ha comunicado su fe de vida y el equilibrio de lo cotidiano y lo épico en su propia raíz.

Pensador de Nuestra América, sus ensayos abrieron nuevas perspectivas para la exploración de la identidad latinoamericana, de ahí su empeño en difundir e interpretar la monumental obra de José Martí, el más universal de los cubanos.

Su obra toda fija el paisaje esencial de este escritor que surge con sus hermosos poemas de afirmación civil y humana en los años cincuenta y alcanza su esplendor con la creación de una figura significativa para la comprensión de la estatura de la cultura continental como resultado de su reinterpretación de Caliban.

Más allá del ejercicio ininterrumpido de un oficio literario que alcanzaría más de seis décadas, Fernández Retamar desplegó en la segunda mitad de la pasada centuria, una labor importante como editor de libros y publicaciones periódicas, pero, sobre todo, su presidencia de Casa de las Américas resultó relevante en la consolidación y enaltecimiento de esta institución. Su quehacer docente en las principales universidades del hemisferio occidental, sobre todo en la Universidad de La Habana, lo sitúa en un lugar cimero de los estudios filológicos. Su práctica como crítico y profesor de literatura ha sentado cátedra en disciplinas tales como la teoría literaria y la historia de la literatura hispanoamericana cuyos cánones ha contribuido a gestar como pocos. Su filiación a una teoría de la literatura sin frontera alguna, confirma sus exploraciones y acercamientos a otros cuerpos literarios en diversas lenguas.

La obra de Retamar, por otra parte, ha trascendido a innumerables ámbitos y fue espejo de la inquietud moral e intelectual de varias generaciones de creadores quienes bebieron de su sabiduría y de su preciosa obra literaria. Preferida por los más jóvenes así como por los consagrados, la obra de Fernández Retamar ha alcanzado valores trascendentes que lo han colocado a la cabeza de la producción contemporánea en nuestra lengua.

JUNTA DE GOBIERNO
ACADEMIA CUBANA DE LA LENGUA

Mesa Redonda dedicada a Carilda Oliver

NOTA INFORMATIVA

El próximo lunes 3 de diciembre a las 3 de la tarde, los poetas Antón Arrufat, Roberto Méndez, Nancy Morejón y Enrique Saínz protagonizarán una Mesa Redonda dedicada a la recién fallecida poetisa Carilda Oliver, que fuera Miembro Correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua, entidad que organiza este merecido homenaje que tendrá lugar en el patio del Palacio del Marqués de Arcos, en la Plaza de la Catedral, con entrada también por la calle Mercaderes entre O´Reilly y Empedrado. La entrada es libre.

JUNTA DE GOBIERNO

Ingreso a la ACuL de Cira Romero Rodríguez

 

La Academia Cubana de la Lengua tiene el placer de informar que el acto de ingreso como su Miembro de Número, de la acuciosa investigadora de nuestra literatura, Cira Romero Rodríguez, será el lunes 10 de septiembre a las 3:00 p.m. en el teatro del Museo de Arte Colonial, ubicado en la Plaza de la Catedral. El mismo será de carácter público y solemne. Los títulos de los discursos de ingreso y de recibimiento son, respectivamente, «Lino Novás Calvo: entre la certeza y la incertidumbre» y «Lino Novás Calvo leído por Cira Romero», a cargo del Académico de Número y Premio Nacional de Literatura, Reynaldo González Zamora.

JUNTA DE GOBIERNO

Closed

Por:  Graziella Pogolotti Jacobson

Aquí y allá, en establecimientos comerciales de carácter privado se extiende, como por onda expansiva, el uso de anuncios en inglés. Esa
presencia comienza a invadir el espacio público. En estas circunstancias, es imprescindible recordar que el español constituye la lengua oficial en nuestro país. Portadora de identidad, componente esencial de nuestra cultura, integra los factores constitutivos de la nación soberana. Por demás, la ley impone la exigencia de su cumplimiento obligatorio por parte del conjunto de los ciudadanos.

Cabría suponer que entre los comerciantes de reciente estreno se manifiesta la tentación de complacer, por esta vía, a los visitantes de otros países que, en flujo creciente, llegan al nuestro, aunque no todos sean hablantes nativos del inglés.

Se trata de una apreciación errónea. Las motivaciones de los viajeros son múltiples. Muchos se solazan con los atractivos de la naturaleza,
disfrutan del sol y la playa. Otros, prefieren frecuentar las ciudades, interesados por los valores patrimoniales que las singularizan y por el comportamiento de un pueblo comunicativo, callejero, acogedor y cordial, tal como lo reconocieron quienes pasaron temporadas entre nosotros desde los tiempos de la colonia. En el ámbito edificado y en las gentes que lo habitan, descubren los valores de una cultura diferente, amasada a través de una historia específica.

Por vía inconsciente, el ambiente que nos rodea influye en el uso del idioma. Era yo una joven recién graduada en busca de trabajo, cuando
se me ofreció la oportunidad de colaborar en la elaboración de un manual de ortografía. La autora del texto había realizado previamente
una encuesta entre estudiantes para detectar los errores más frecuentes. No los hubo al escribir la palabra cerveza, a pesar de la
c, la v y la z, tan comprometidas en nuestra habla latinoamericana. Por aquel entonces, la competencia entre las marcas más reconocidas se
manifestaba en un despliegue publicitario en las calles y en la televisión. La grafía se grababa de manera indeleble en la retina de todos.

Según reseña la prensa, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, subrayó en palabras pronunciadas en el
Ministerio de Educación la necesidad de conceder la importancia que merece al desarrollo de los hábitos de lectura mediante la conducta de un maestro, portador siempre de un libro ante los escolares que deberán seguir su ejemplo.

El asunto adquiere mayor trascendencia en tiempos de dominio creciente de la comunicación audiovisual. Ha sido objeto de análisis e investigación a nivel internacional. Entre nosotros, el tema reclama atención de primer orden ante el deterioro en el empleo de la lengua
que concita preocupación en amplios sectores sociales. Por distintas vías se ha manifestado la necesidad de conceder la debida jerarquía al
aprendizaje del idioma, no solo mediante el manejo de la gramática, sino a través del entrenamiento en la comprensión de textos literarios.

El dominio del idioma asociado a la comunicación humana y a la capacidad de forjar en los educandos el ejercicio de un pensar independiente, crítico y creativo, abierto al acceso al conocimiento y a la búsqueda permanente de la innovación, resulta reclamo fundamental de esta época. Constituye un integrante inseparable, junto a la historia y las matemáticas, de la tríada de disciplinas que, más allá de lo instrumental, se distinguen por su carácter formador.

Preservar el potencial de riqueza y expresividad de la palabra y diseñar estrategias en función del presente y, sobre todo, con vistas
al futuro de las criaturas que están naciendo, cuando los mensajes telegráficos dominantes en el empleo de los teléfonos celulares suplantan el arte de la conversación, bloquean el diálogo productivo, interfieren la transmisión de saberes, castran el impulso creativo de la imaginación y limitan el acercamiento sensible entre los humanos, son demandas impostergables.

La complejidad del desafío compromete a la familia y a la escuela, pero trasciende delimitaciones institucionales compartimentadas. Desde
el amanecer, la comunicación preside, tanto como el oxígeno que respiramos, la totalidad de nuestro existir. Se manifiesta en la zona
más íntima del hogar, en el tránsito por las calles, en la prestación de servicios, en las fórmulas de una convivencia civilizada, en el tejido de las redes de la información que nos conectan con la realidad del país y con los derroteros del acontecer internacional. Comprender
la magnitud del problema es paso indispensable para afrontar la búsqueda de las soluciones.

Cultura e identidad arropan el territorio de la espiritualidad, residencia de los valores que nos definen como pueblo. Perduran y se transmiten a través de la lengua que hemos heredado. Cuidemos de ella en los mensajes que animan nuestras calles, en los medios de comunicación, en el ámbito de la escuela y del centro de trabajo. Podemos hacerlo ahora mismo. Mientras tanto, para precisar estrategias a largo plazo, convoquemos al análisis y la reflexión. Ante la complejidad de los problemas, pensar es un modo de ir haciendo.

Tomado de Juventud Rebelde

http://www.juventudrebelde.cu/index.php/opinion/2018-05-19/closed

Publicado: Sábado 19 mayo 2018 | 09:21:59 PM

«En Román Paladino: La ‘Glosa 89’ el primer texto español»

Frente a quienes sitúan los orígenes del castellano en el ‘Cartulario de Valpuesta’, el autor mantiene que es en la llamada ‘glosa 89’ donde se encuentra el primer testimonio de una lengua que «con sus vaivenes y sus crisis» se ha convertido en universal

 

Se ha publicado recientemente la noticia de que la editorial ‘Siloé, Arte y Bibliofilia’ ultima una edición facsimilar del Cartulario de Valpuesta (Becerros Gótico y Galicano). En ese artículo, los entrevistados -los dos editores de la obra- otorgan a la documentación altomedieval de Valpuesta el rango de «los registros más antiguos del castellano», incluso anteriores a las mismas Glosas Emilianenses. Como estudioso de estos temas desde hace ya muchos años, creo que puede ser oportuno ofrecer algunas aclaraciones o precisiones, solo algunas y sencillas, en torno a esta compleja cuestión.

1.- ¿La atribución de la máxima antigüedad a estas escrituras romances de Valpuesta, que recoge dicha noticia periodística, pone realmente en cuestión la tesis hasta ahora defendida de asociar los orígenes del español con el escritorio de San Millán de la Cogolla?

No, en modo alguno. Y ¿por qué? Por las razones siguientes, fáciles de comprender:

  1. a) La antigüedad de una lengua debe quedar de manifiesto en todos sus niveles. Es decir, debe darse una primera expresión de características romances en todos los niveles lingüísticos. Al tratarse tan solo de palabras, por ejemplo, estaríamos hablando de la antigüedad del léxico de una lengua, pero no de una lengua en su integridad. Quiere esto decir que ese título de ‘cuna de la lengua’ sólo podría atribuirse estrictamente a un enunciado o conjunto de enunciados donde estén presentes todos los niveles lingüísticos que constituyen los modos de hablar que llamamos lenguas: los niveles gráfico, fonético, gramatical (morfológico y sintáctico), lexicológico y semántico.
  2. b) Un texto en romance es aquel que, con un sistema gráfico romance refleja todos los niveles lingüísticos de una lengua, incluida la pronunciación. Es necesario representar la lengua hablada de una nueva manera, desde las palabras hasta los sonidos pasando por la morfología y la sintaxis. Por esta importante característica sobresalen los testimonios emilianenses de las glosas respecto de otros hispanos donde se sigue escribiendo la morfología hablada con la ortografía latina. En efecto, los monjes de Suso se esforzaron por dotar de nuevas reglas ortográficas al romance, de dejar de escribir la lengua hablada total al modo tradicional, a la latina, para pasar a una escritura innovadora, una nueva técnica fonográfica, la escritura a la española.
  3. c) La riqueza y complejidad cognoscitiva y física, en su realización, de una lengua requiere unos mínimos de expresión para reconocer en ella alguna de sus admirables singularidades específicas. Y el texto constituye, a mi juicio, la unidad indispensable, esto es, el enunciado escrito donde todas sus secuencias de significado están cohesionadas o relacionadas entre sí, por lo que transmiten un mensaje coherente, es decir, un mensaje que adquiere una unidad de sentido.

2.- Pues bien ¿se ajusta el Cartulario de Valpuesta a estos criterios?, ¿cumple estas indispensables condiciones? Es evidente que no:

– No contiene textos en romance, sino simplemente palabras romances.

– Lejos de presentar todos los niveles de la lengua, se limita casi exclusivamente a uno solo, al nivel léxico. Los documentos recogidos en los dos cartularios de Valpuesta, donde el valor lingüístico es sin duda muy apreciable, no alcanza a la totalidad de los niveles de nuestra lengua. La antigüedad, insistimos, ha de valorarse rigurosamente, esto es, con referencia a la manifestación de un estado de lengua en todas sus dimensiones. Porque, si se alude a una antigüedad parcial, a la específica de un solo nivel, por ejemplo, a la correspondiente al ámbito lexicológico, se podría objetar con toda razón que otros niveles, como el sintáctico, nuclear sin duda en la constitución de cualquier lengua, hunde sus raíces, para muchos, en las varias Vetus latinas (siglo II) y la Vulgata (siglo IV) o incluso, para otros, en los textos del latín vulgar anteriores a nuestra era. Sin pasar por alto las palabras que ya dejaron de pertenecer al lexicón latino, por ejemplo, en los escritos de Isidoro de Sevilla o en los viejos glosarios hispanos, como el Liber glosarum del siglo VIII, cuya copia se llevó a cabo en Hispania. Ni tampoco deberían silenciarse, parece evidente, las formas de contenido semánticas que hoy compartimos con los hablantes de la Romania de cualquier tiempo.

Por lo tanto, los documentos valpostanos no pueden ser considerados testimonios romances, sino unos escritos latinos en donde aparecen palabras romances. La antigüedad del cartulario de Valpuesta es, sin duda, un valor de gran interés para la lexicología romance, pero no presenta las credenciales suficientes para la reivindicación específica de los orígenes del castellano. En este sentido, la prudencia y cautela de los especialistas castellanos, lejos de tener que ser recriminadas, tienen que ser comprendidas.

3.- Por el contrario, la llamada ‘glosa 89’, escrita en el folio 72r del códice emilianense 60, sí es un texto iberorromance propiamente dicho: el primer texto romance en el sentido genuino del concepto de texto.

– Es el primer texto iberorromance que reúne las dos condiciones anteriores:

  1. a) Constituye la primera manifestación en todos sus niveles lingüísticos de la lengua iberorromance.
  2. b) Y también por primera vez, intencionadamente, está escrito en su integridad (el léxico, la gramática y los sonidos del habla) de una nueva manera, a la española. Es el primer testimonio, de extraordinaria entidad lingüística y cultural, donde con notoria solvencia y llamativa limpieza se expresa completamente y por vez primera el habla romance de la Hispania altomedieval.

Por todo ello, dentro de la notable producción filológica y lingüística del monasterio emilianense (glosas, glosarios, innovaciones ortográficas, Becerro Galicano, Berceo, etc.), debe ocupar el centro de la atención y del estudio de los orígenes del español la así llamada ‘glosa 89’ o ‘doxología’, de cuya edición paleográfica doy aquí mi versión, muy fiel al original: «Cono aIutorio . < d e > nuest r < o > dueno . dueno christ o . dueno salbatore . qual dueno get ena honore . equal due n no tienet . Ella mandatjone . cono patre cono sp irit u s an c t o enos sieculos . delosieculos . facanos d eu s om ni p o t en s tal serbitjo fere . ke d e na n te ela sua face gaudioso segam us . Am em».

Quiero destacar que esta ‘glosa’ fue ya considerada por un reconocido especialista, Díaz y Díaz, como «el primer texto escrito en román paladino», un texto en el que los hispanistas deberían centrar más su estima porque «es ahí donde ya está la lengua que con sus vaivenes y sus crisis de crecimiento se ha convertido en una lengua universal».

Además, atendiendo incluso a la cuestión de la antigüedad, mis últimas investigaciones descubren en la ‘glosa 89’ un texto con un estado de lengua desde luego muy anterior a la segunda mitad del siglo XI, fecha en la que algunos la datan, principalmente porque es muy difícil concebir el estado de la lengua de la ‘glosa 89’ como el correspondiente a una época solo un siglo y medio anterior a Gonzalo de Berceo. Por cierto, el poeta riojano ha enriquecido el vocabulario culto como nadie lo ha hecho con tal intensidad en la literatura española. Es decir que gracias a él, no hay que olvidarlo, nos entendemos hoy.