A una promotora incansable, a una defensora de nuestras letras y, sobre todo, de la presencia femenina en la literatura, le fue entregado oficialmente, en la primera jornada de la Feria Internacional del Libro Cuba 2019, el Premio Nacional de Literatura. Mirta Yáñez, en medio de amigos e intelectuales, recibió este reconocimiento, en una jornada en la que estuvieron presentes Alpidio Alonso, Ministro de Cultura de la Isla; Juan Rodríguez Cabrera, Presidente del Instituto Cubano del Libro, entre otras personalidades.
Como expresó el jurado en el acta, la narrativa de Yáñez contribuye a difundir la obra de autoras prácticamente olvidadas o poco conocidas en el panorama de la literatura cubana. Esta es una de las tantas razones por la que resulta más que válido distinguir a esta mujer, quien también se ha desempeñado como guionista para el cine y la televisión.
Momento especial de la tarde fue cuando le entregaron a Yáñez un ramo de rosas blancas enviado por el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, compañero suyo en la Academia Cubana de la Lengua.
Nancy Morejón expresó que el jurado distinguió, de forma unánime, a Yáñez por su obra sólida expresada en distintos géneros literarios; por su labor a favor de la literatura femenina, siendo ella uno de sus máximos exponentes; por la repercusión de su obra en el ámbito internacional, y porque su escritura ha enaltecido los valores principales de nuestra sociedad y nuestra cultura.
Nancy Morejón
En las palabras de elogio, la también escritora Olga Marta Pérez, calificó la obra de la autora de “Sangra por la herida” de sobrecogedora por su amplitud y calidad estética, y expresó que ella es una de las voces que le dan un giro distinto a la literatura cubana y que conmueve con su escritura.
Asimismo, afirmó que la poesía es para Mirta una necesidad de expresar algo, mientras que el cuento es la posibilidad de escribir sus propias historias para así llenar un vacío. Se refirió a los textos creados para niños y jóvenes, los cuales representaron un punto de giro que dio paso a una novedosa forma de hacer en la literatura cubana.
Olga Marta Pérez
“La obra de Mirta Yáñez tiene una trascendencia alcanzada por su profunda cubanidad, por su lenguaje, por el diseño de sus personajes, por el reflejo de la realidad”, sentenció Olga Marta.
“Este Premio me ha redondeado en los afanes de mi vida literaria”, sentenció la premiada, quien se regocijó en compartir el galardón con todos aquellos – familia, amigos, colegas – que le han permitido llegar a este punto, además de dedicárselo a todos los que lo recibieron anteriormente.
Recordó cómo su vocación por las letras nació desde muy temprana edad gracias a la influencia de su familia: un padre periodista y una madre con gran sensibilidad. Paseó, en sus palabras, por sus años infantiles, por su juventud – rebelde y hippie –, y por su paso por la Escuela de Letras de la Universidad de La Habana, donde tuvo excelentes profesores y compañeros.
Mención particular para La Habana, esa ciudad mágica que la ha envuelto y que la enamora cada día. A ella, inspiradora de mucho de sus versos e historias, dedicó parte de su emoción por los 500 años ya muy pronto a cumplir.
Ideas compartidas por Yáñez demuestran su devoción por la lengua española, la cual defiende férreamente: “Para escribir en una lengua hay ante todo que dominarla (…) El instrumento del escritor es como el martillo del carpintero: el idioma”.
Frases también para otra de sus grandes pasiones: la literatura. “Ella para mí es ante todo conocimiento; luego, entretenimiento, y más tarde, comunicación. Estos son los tres aspectos fundamentales. A la hora de escribir se debe ser consciente con uno mismo. Una palabra esencial para mí en este acto íntimo es compromiso; la otra, honradez al escribir”, expresó.
Sentencia final de esta autora – y totalmente valedera –: “Hay que escribir como se piensa”.
Mirta Yáñez ha sido calificada como una de las más profundas estudiosas de la literatura latinoamericana del siglo XIX y de la literatura contemporánea cubana, en especial del discurso literario femenino cubano. Ha ejercido por largos años la docencia y la investigación, además de realizar recordadas y destacadas antologías, como “Estatuas de sal. Cuentistas cubanas contemporáneas”, “Álbum de poetisas cubanas”, así como textos de narrativa y crítica literaria como “Habaneras”, “Making a scene” y “El romanticismo hispanoamericano”, entre otros.