Por Ana María González Mafud
No cabe la menor duda de que Elpidio Valdés, el personaje y el audiovisual, han dejado una huella indeleble en nuestra cultura por su autenticidad y raigal cubanía. Su existencia ha sido decisiva en el acercamiento de niños y jóvenes a la historia, a sus procesos y a los hombres y mujeres que la han hecho posible. Temas complejos han sido abordados con inteligencia y sensatez, con elegancia y originalidad, de modo que han podido ser comprendidos en todos sus matices. Comoquiera que en esta oportunidad –y en muchas otras- lo que abunda no daña, valga una vez más la felicitación a Juan Padrón por demostrar qué es la educación y cuánto puede hacerse desde el arte por trasmitir los valores y los sentimientos de identidad, respeto, honradez y solidaridad.
En esta ocasión, sin embargo, quiero referirme a un tema que, aunque relacionado con el personaje de Elpidio Valdés, tiene que ver con otro importante asunto: la ortografía y la lectura. Y me explico inmediatamente.
Leer más …