Proposición

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Desde Huelva, España, nos escribe el lector José María Gómez Acosta, preocupado por la cuestión del acento y el uso de las tildes en español, en relación con el aprendizaje de la lengua, en particular por no hispanohablantes. En consecuencia propone: “creo que la inclusión de la tilde SIEMPRE podría ayudar a aprender español”.

Así es, y más de una vez hemos pensado en las ventajas que reportaría esa solución simplificadora para los niños que se familiarizan con el aprendizaje de la lengua y para los extranjeros con una lengua materna diferente de la nuestra.

En las reglas actuales la tilde marca solo lo diferencial, lo que no es habitual, mientras que lo que es común no se tilda. Cambiarlas tendría, desde luego, el beneficio que señala el lector, pero existen factores de resistencia que tienen que ver con las normas de la escritura, cuyo cambio brusco, aunque sea uno tan comprensible como este, supondría la modificación de planes y programas de estudio, diccionarios y otras obras reguladoras.

Hay que ir pensando en cómo potenciar el perfeccionamiento del código ortográfico al tiempo que se minimizan sus consecuencias negativas. Mientras tanto, seguimos valorando  los argumentos de Gómez Acosta relacionados con las oportunidades de las llamadas industrias de la lengua: “El español tiene la posibilidad de crecer mucho más con todo lo que ello significa no solo a nivel cultural, también en el económico. Mayor despliegue significa mayor capacidad de que compren nuestros libros, historia… Productos, sí, de cualquier tipo”.