La lengua española en tiempos del coronavirus
Próximos a la celebración del 23 de abril –para algunos el día del libro, para otros el día de la lengua española-, cuando no podemos abrazarnos ni darnos la mano ni entregarnos uno, dos o más besos, según las costumbres; cuando se imponen las miradas, con las que nos encontramos en las imprescindibles salidas, porque no queremos hablar, pero sí decir -esta vez con los ojos- que lo estamos haciendo bien y que vamos a salir, juntos, unidos, con el dolor de las pérdidas y la generosidad y el sacrificio de muchos hombres y mujeres, ya podemos predecir cuáles debieran ser las palabras del año, no por originales o novedosas sino por su uso –¡ah, la pragmática!-, por su carga emocional, porque quedarán grabadas en el imaginario de varias generaciones para que la ciencia ficción no se instale definitivamente en la realidad, para que no olvidemos: pandemia, cuarentena, coronavirus, inteligencia, dolor, tristeza, solidaridad y amor.
Ana María González Mafud