Una gramática para los universitarios cubanos

gramática

Bajo su sello editorial y el de la UH, la Academia Cubana de la Lengua presenta su Manual de gramática española para universitarios.

 

Desde hace poco más de treinta años el Manual de gramática de Otilia de la Cueva[1] y colaboradores ha acompañado con eficacia la docencia de esta materia en aulas universitarias cubanas. Sin embargo, iba siendo evidente que esos manuales demandaban “una revisión a fin de poner a tono sus explicaciones con el rumbo de las doctrinas actuales”[2].

Precisamente, con el propósito de “poner a disposición del lector información actualizada en teoría gramatical”[3], nace el Manual de gramática española,  resultado de un proyecto de la ACuL coordinado por Maritza Carrillo, numeraria de la corporación y profesora universitaria, quien comparte la autoría con Marisela Pérez y Luis Enrique Rodríguez, docentes de vasta experiencia[4].

Manteniendo el carácter didáctico de su antecedente inmediato,  a partir de los presupuestos teóricos de la Nueva gramática de la lengua española (RAE y ASALE 2009), pero también en diálogo con otras tradiciones gramaticales[5], el Manual de gramática española  es muestra de la voluntad de la ACuL de contribuir al proceso de enseñanza aprendizaje de la lengua española en Cuba  y se concibe como herramienta útil para ese ejercicio entre profesores y alumnos universitarios, de otros niveles educativos, de maestros de español como segunda lengua y de autoridades que establecen planes y programas de estudio.

De ahí que cada capítulo incluya un mapa conceptual (que conecta y organiza jerárquicamente los conceptos fundamentales); una orientación y referencias bibliográficas (que posibilitan ampliar la información brindada) y una batería de ejercicios tipo con sus respuestas posibles (que permite que “el lector se familiarice con el tipo de análisis”[6] que se propone).

Con más de trescientas páginas, el Manual… contiene una presentación, un capítulo inicial dedicado a una “Introducción a la gramática funcional” y dos partes: la primera dedicada a la “Morfología” y la segunda, a la “Sintaxis”.

En la “Presentación” Carrillo Guibert brinda al lector las principales coordenadas metodológicas de la obra: carácter, objetivos, destinatarios potenciales, antecedentes, objeto de estudio, temas priorizados y estructura. Allí se destacan algunos de los aportes teóricos y didácticos de la Nueva Gramática de la Lengua española que se toma como referente, tales como, por ejemplo, su visión actualizada de temas como las funciones semánticas e informativas, la caracterización de los grupos sintácticos o la modalidad, “a la luz de la interacción entre sintaxis, semántica y pragmática”[7].

El capítulo primero, como su nombre indica, abunda en la filiación funcionalista de la obra, luego de repasar conceptos fundamentales de la tradición gramatical (gramática y sus partes, lengua como sistema, signo lingüístico, doble articulación, valor lingüístico, relaciones paradigmáticas y sintagmáticas, par sincronía/diacronía, norma, planos y niveles lingüísticos) y otros apegados a concepciones más contemporáneas como la interrelación léxico / sintaxis y las clases transversales. En este sentido, el Manual… insiste en los postulados que alientan el funcionalismo como macrotendencia que “concibe la lengua como instrumento de comunicación y sostiene que el lingüista debe explicar los aspectos lingüísticos en relación con su valor comunicativo”[8].

En la Parte I, “Morfología”, Rodríguez Suárez vuelve sobre  la organización jerárquica de la lengua, las unidades y conceptos a ella asociados —como, por ejemplo,  el morfema visto en su función de construir lexemas y especificarlos “semántica y/o sintácticamente”—[9] o sobre el uso de la nomenclatura del paradigma de la conjugación verbal de Andrés de Bello, de larga data en la docencia en el país, “tanto por su sencillez, como por el claro vínculo que mantiene con los significados temporomodales del verbo”[10]. Pero al mismo tiempo introduce actualizaciones como la segmentación morfológica desde una perspectiva jerárquica (morfología no lineal), que permite delimitar y entender el alcance formal y funcional de estas unidades[11].

Destaca también en esta parte el tratamiento de la distinción entre género y sexo y sus relaciones, objeto de diversas polémicas en la actualidad, relacionadas con el lenguaje sexista y la conveniencia o no del empleo del masculino genérico.

La presentación de las formas no personales del verbo a partir de la distinción entre su categoría verbal y las funciones que pueden desempeñar como parte de grupos sintácticos tributa a los esclarecimientos brindados al respecto en la NGLE, en que desaparece la antigua “flagrante confusión funcional entre nivel lexical y nivel sintáctico”[12], pero que también debe mucho entre nosotros al magisterio de Max Figueroa[13], que se reconoce como adelantado en este como en otros temas.

En los capítulos que integran la Parte II, “Sintaxis”, sus autoras Maritza Carrillo y Marisela Pérez ofrecen recorridos por diferentes posicionamientos teóricos metodológicos, que constituyen una forma de actualización y de mostrar distintas posibilidades de análisis, no siempre excluyentes. Así, el Manual… da cuenta de consensos y disensos en el tratamiento de aspectos como la extensión de la categoría pronombre y su vínculo con la de determinante, la confrontación de los presupuestos de las gramáticas categoriales con los de las funcionales, los dos sentidos en los que se interpreta el término predicado y apunta algunos resultados de la investigación cubana como los relativos a los llamados complementos circunstanciales de modalidad.

Entre las novedades que las autoras incluyen en la obra se encuentra la conceptualización y descripción de la categoría clases transversales,[14] la inclusión de nociones relacionadas con el discurso como las funciones informativas, el posicionamiento sobre el concepto de determinante[15] o la búsqueda de una sistematización metodológica para el análisis de la oración.

En sentido general, entre los aciertos del Manual… destacan el uso sistemático de citas extraídas fundamentalmente de textos cubanos (literarios, periodísticos); la descripción de los fenómenos gramaticales atendiendo a su función y significado; el cruce de criterios teóricos y metodológicos; el posicionamiento de los autores en temas polémicos; la claridad expositiva; el uso de referencias bibliográficas; la inclusión de ejercicios y cuadros conceptuales y la explicación de la variación gramatical determinada por la variación sociolingüística, con especial atención a la variedad cubana de lengua.

Nos encontramos ante una obra que orienta y propone métodos, teorías, análisis diversos; abre caminos de investigación y muestra que la gramática no está desligada de disciplinas como la semántica, la pragmática o la sociolingüística. Se trata, pues, de un texto que esperamos útil para los estudiantes y la comunidad docente cubana.

[1] Otilia de la Cueva et al., Manual de gramática española, dos tomos (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1989).
[2] Maritza Carrillo Guibert, Discurso de ingreso a la Academia Cubana de la Lengua (2016), http://www.acul.ohc.cu.
[3] Maritza Carrillo et al., Manual de gramática española (La Habana: Editorial UH, 2019), 15.
[4] El proyecto de investigación fue financiado por el fondo de becas Becas MAEC-AECID

de Arte, Educación, Ciencia y Cultura, en su programa de Becas de colaboración formativa en las sedes de las Academias asociadas a la Real Academia Española (RAE).
[5] Para la explicación de categorías y estructuras se dialoga con “autores y teorías que forman parte de la historia de los estudios cubanos al respecto”, entre ellos Rodolfo Lenz, Andrés Bello, Rafael Seco o Samuel Gili y Gaya; exponentes de los estructuralismos europeos y norteamericano como Louis Hjelmslev, André Martinet o Lucien Tesnière y los primeros modelos de Noam Chomsky. Véase Carrillo et al., Manual de gramática española, 16.
[6] Carrillo et al., Manual de gramática española, 18.
[7] Carrillo et al., Manual de gramática española, 18.
[8] Carrillo et al., Manual de gramática española, 33.
[9] Carrillo et al., Manual de gramática española, 55.
[10] Carrillo et al., Manual de gramática española, 117.
[11] Véase el ejemplo de submarinistas en Carrillo et al., Manual de gramática española, 75.
[12] Carrillo et al., Manual de gramática española, 136.
[13] Carrillo et al., Manual de gramática española, 137.
[14] Carrillo et al., Manual de gramática española, 178.
[15] Carrillo et al., Manual de gramática española, 181.