Por Nancy Morejón
A Sara Casal Enríquez
Nacido un 10 de julio de 1902, en una comarca camagueyana de «pastores y sombreros», Guillén asoma su perfil en la proa de un barquito de papel, que todavía boga y boga por el Mar de las Antillas sin haber perdido jamás la memoria de los barcos negreros.
Escoltados por Don Federico y Taita Facundo, sus sones y elegías navegaron por todos los océanos del planeta, en todos los idiomas aprendidos y por aprender.
Los niños amigos del Principito recuerdan la estampa del Che sencillo, al declamar: «Como si San Martín la mano pura / a Martí familiar tendido hubiera/ como si el Plata vegetal viniera / con el Cauto a juntar agua y ternura».
El aire gira y pasa, en una mariposa, y toca su frente como para depositar allí una flor ahora reverdecida en este hermoso aire de julio.
La Habana, 10 de Julio, 2016